CELEBRAMOS LA INMACULADA CONCEPCIÓN
El pasado viernes 5 de diciembre, adelantándose a la festividad del 8 de diciembre,
toda la comunidad educativa se unió para vivir una jornada especial en honor a la Inmaculada Concepción. Oración, creatividad y momentos compartidos llenaron el colegio de un ambiente de alegría, reflexión y unidad.
La celebración comenzó desde primera hora de la mañana. Cada etapa participó en actividades pensadas para vivir este día de manera significativa y acorde a su momento educativo.
En Educación Infantil, los más pequeños disfrutaron de una mañana llena de color e imaginación. Con gran entusiasmo, realizaron diversas manualidades inspiradas en la figura de la Inmaculada. Entre colores, papeles y pegatinas, los niños trabajaron la creatividad mientras descubren, a su manera, el sentido de esta festividad. La ilusión en sus rostros hablaba por sí sola.
En Educación Primaria, los alumnos vivieron la celebración desde la oración y la participación comunitaria.
Los cursos de 1º a 3º comenzaron el día reuniéndose en la capilla del colegio, donde compartieron un momento de recogimiento, cantos y reflexión adaptada a su edad.
Por su parte, los estudiantes de 4º a 6º de Primaria se desplazaron a la parroquia, donde participaron en una oración especial preparada para ellos. Fue un espacio para compartir, agradecer y sentir la cercanía de la comunidad cristiana.
En la etapa de ESO, los alumnos trabajaron un material específico durante la oración de la mañana, invitándolos a profundizar en el significado de la Inmaculada Concepción desde una mirada más madura y personal. Este momento les permitió conectar con los valores que acompañan la tradición y reflexionar sobre su papel en el día a día.
Además, al final de la jornada, los alumnos se dirigieron a la parroquia para tener un momento de oración, fortaleciendo así el sentido de recogimiento y unidad. Queremos expresar nuestro agradecimiento al profesor Ángel Novillo por su valiosa participación y acompañamiento durante esta celebración.”
La jornada concluyó dejando una sensación de unión y serenidad en todo el centro. Cada etapa, a su manera, puso su granito de arena para que las familias y el alumnado sintieran que seguimos caminando juntos, compartiendo fe, valores y experiencias que enriquecen nuestra vida escolar
La celebración comenzó desde primera hora de la mañana. Cada etapa participó en actividades pensadas para vivir este día de manera significativa y acorde a su momento educativo.
En Educación Infantil, los más pequeños disfrutaron de una mañana llena de color e imaginación. Con gran entusiasmo, realizaron diversas manualidades inspiradas en la figura de la Inmaculada. Entre colores, papeles y pegatinas, los niños trabajaron la creatividad mientras descubren, a su manera, el sentido de esta festividad. La ilusión en sus rostros hablaba por sí sola.
En Educación Primaria, los alumnos vivieron la celebración desde la oración y la participación comunitaria.
Los cursos de 1º a 3º comenzaron el día reuniéndose en la capilla del colegio, donde compartieron un momento de recogimiento, cantos y reflexión adaptada a su edad.
Por su parte, los estudiantes de 4º a 6º de Primaria se desplazaron a la parroquia, donde participaron en una oración especial preparada para ellos. Fue un espacio para compartir, agradecer y sentir la cercanía de la comunidad cristiana.
En la etapa de ESO, los alumnos trabajaron un material específico durante la oración de la mañana, invitándolos a profundizar en el significado de la Inmaculada Concepción desde una mirada más madura y personal. Este momento les permitió conectar con los valores que acompañan la tradición y reflexionar sobre su papel en el día a día.
Además, al final de la jornada, los alumnos se dirigieron a la parroquia para tener un momento de oración, fortaleciendo así el sentido de recogimiento y unidad. Queremos expresar nuestro agradecimiento al profesor Ángel Novillo por su valiosa participación y acompañamiento durante esta celebración.”
La jornada concluyó dejando una sensación de unión y serenidad en todo el centro. Cada etapa, a su manera, puso su granito de arena para que las familias y el alumnado sintieran que seguimos caminando juntos, compartiendo fe, valores y experiencias que enriquecen nuestra vida escolar
